En su Curso de Lingüística General Saussure planteó la necesidad de una ciencia general de los signos que debería llamarse “semiología”. Pero, más allá de su trabajo específico en el signo lingüístico, Saussure no desarrolló esa semiología que consideraba necesaria.
Tomando algunos esbozos de semiología de los lingüístas Roman Jakobson y Louis Hjelmslev y el antropoólogo Claude Levi-Strauss y aportando una reflexión importante sobre el discurso, Roland Barthes fue el gran responsable del desarrollo de la ciencia general de los signos como una ciencia central en el estudio de la comunicación.
Tras algunos textos muy relevantes en la teoría literaria, Barthes hace su primer gran aporte a la semiología con su libro Mitologías, en el que, a partir del signo saussureano y el concepto de connotación de Hjelmslev, analiza la forma en que un signo puede contener otro signo dentro de sí apropiándose de parte de la significación de este para dar su propio mensaje.